Casi cuatro meses de trabajo para poder contaros la historia de la comunión de Àngels. Desde la víspera, una tradición en la que se invita a familia y amigos el día antes de la celebración para ver el vestido, los regalos y todos los detalles de la comunión; pasando por el día de la Primera Comunión y terminando con una postcomunión por Valencia y Cullera.
Dos vestidos preciosísimos, uno de Greta , y el otro ¡confeccionado por su abuela!, toneladas de «Frozen», una mesa dulce enorme (salada también, pero es ver chuches y chocolate y ya lo demás no importa 😉 y buena compañía. ¿Se puede pedir más?
Y como dicen, y que me perdonen y corrijan si se me ha despistado la ortografía:
¡»qui no fa la vespra, no fa la festa»!
El día «C» no fue para menos. Ceremonia, mascletà, photocall, mago, castillo hinchable… Una fiesta por todo lo alto cargada de emociones y grandes noticias.
Unos meses después, menos nerviosos, nos fuimos a pasear por Valencia y Cullera.
Este es el resumen de esta historia.